miércoles, junio 23, 2010

Orfandad Política I


Por Alfredo Brandon
27 Abril 2008Si me detuviera en la indiferencia que sustancia un titulo descriptivo estaría hablando de una lista interminable de detalles técnicos y expresiones de deseo que nunca podrían caminar juntos. Caer en estos ingredientes es la mejor manera de trasladarnos hacia la frustración de lo que no somos capaces de transformar y que a su vez poco sustancian el verdadero mundo de la política real.

Resulta minimalista y hasta irrespetuoso describir nuestra situación como país desde un titulo excesivamente metafórico –frío, esquemático y sin compromiso- y me declaro renuente a abordar temas que nos afectan a los argentinos sin hacer una breve reseña, y hasta una pincelada mas atrevida, acerca de algunos datos globales –lamento no poder decir universales- que nos aguijonean a diario y que algunos pretenden que ignoremos.


Los números de las crisis financieras del mundo como los nuestros del indec no hacen más que reflejar, por un lado lo insustancial – y a veces convenientes para el poder- de las economías globales y por el otro lo insostenible de una política remozada en el utilitarismo, el egoísmo y carente de trazos estratégicos. Para abordar estos asuntos acertadamente se requiere de cuadros que entiendan y apliquen la política más allá del gerenciamiento. Tal vez el desacierto es pensar que solo lo vinculado con la economía y con la articulación de ella –de manera coercitiva y manifiesta – a de llevar a buen puerto el ejercicio de la política. Error, es la política estúpido!! Ojalá no sea muy tarde para que reflexionen y comprendan que la política no es mirarse la punta del zapato sino es ver el próximo paso.
La actual globalización económica –no política- se acentúa cada día como la más asimétrica de las tres que vamos padeciendo – la primera fue en el siglo xv con los descubrimientos en la mar y una innovadora revolución mercantil que delineo la producción de la Edad Media. La segunda sucede con la revolución industrial y las modificaciones que se produjeron, en los modos de producción, la electricidad y otras formas de energías. Y ahora estamos transitando la tercera, esta ha sido signada por los descubrimientos científicos de mitad de siglo xx y las innovaciones tecnológicas de los últimos diez años.


Cuando hablo de la globalización económica y no política no hago más que referirme a la carencia de los valores fundamentales que rigen la política. La inexistencia de destacados personajes que piensen la política para nuestros días, y para los que vendrán, desde el ángulo para lo cual fue pergeñada: la defensa del bien común en su forma pura y en pos de todos en general, no como una forma impura en beneficio de unos pocos. Hay quienes me inquieren de manera vehemente al respecto y aseveran que “…Estamos en presencia de una nueva manera de planificar y ejecutar la política mundial!!… (¿?)” El comprar en el mercadillo de las ilusiones las baratijas que pronto serán nuestro propio veneno no es bueno para un análisis responsable y mucho menos para vivir dignamente, este concepto –el de una nueva manera- quizás sea una moda pero les aseguro que cerca esta de la insania. Respondo eso como también acepto que muchos sofistas de la modernidad intentan convencernos con esta engañosa parábola para hacer de este novedoso –y pernicioso- concepto de la política suculentos negocios que comprometen –de diversas maneras- a una inmensa cantidad de vidas humanas.


Recurrir a los que pensaron, describieron y fundamentaron la política en sus orígenes no es una tarea fácil para nuestros congéneres en la actualidad, mas aun cuando los paradigmas pendulan entre los Zimpsons y Marilyn Mansono cuando el lumpenaje transita el camino del pantalón de moda para llegar al estatus de tilingo de la new age, estado por el que luchan vehementemente hasta perder todo tipo de escrúpulos en pos de la ambición que los impulsa.


La política en nuestro país no ha tenido continuadores en el pensamiento, le sucedió lo que a la femina que no es pensada; Siente que no es amada. La Argentina se ha convertido en una masacre de ideas, al menos en estos últimos treinta y cinco años. Hemos soportado –y continuamos- a algunos aprendices de Maquiavelo, pero claro, demostraron no estar a la altura de las circunstancias; cuando se lee El Príncipe no es aconsejable hacerlo en el colectivo pues se corre el riesgo de quedarse dormido y pasar por alto algún capitulo.


Llevamos años sin hombres que desde la cavilación seria y profunda se acerquen a los asuntos de la universalidad y ni que hablar del humanismo que ya ha trascendido las paredes del cristianismo para convertirse en un clamor de los habitantes del planeta, más allá de sus creencias religiosas. Este, nuestro humanismo, que cada día que pasa se encuentra más depreciado, es el mismo que nos hizo sostener la solidaridad y en algunos rasgos de la historia nos hizo palpar nuestra realización. Estamos mas próximos al nihilismo de la náusea que a la superación del hombre en el camino de la fe y la senda de los proyectos en pos de una vida mejor…Es que después de esto ya no hay nada? Es que ya abandonados por nuestras ambiciones mas sanas nos entregaremos a la esclavitud o al holocausto? Veamos y saquemos nuestras propias conclusiones.


A partir de la segunda globalización se fijó un marco de enfrentamiento entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado marcando una diferencia de 10 a 1. Hoy si medimos los ingresos per cápita de los países ricos y los pobres esa brecha es de 60 a 1. Por lo cual es una estruendosa falacia que nos negamos a escuchar. “…La globalización es buena para todos…”. Hoy lo que la globalización ha conseguido es sumar más dinero en menos cantidad manos y sustanciar ostensiblemente la pobreza, una pobreza que en el mundo todo ha cambiado, también en su valor cualitativo y que raya con los niveles mínimos de subsistencia.


En el mundo del poder real y donde la política es un valor en crecimiento se divisan cuatro bloques donde habitan muchas preguntas y pocas respuestas, pues la globalización esta plagada de incertidumbres –sobre todo humanísticas- para aquellos que poblamos esta gran aldea de más de 6.000 millones de almas. Estos ghettos están conformados por países que con distintas expectativas buscan un espacio y de ahí es que se abroquelan como bloques imaginarios:

Bloque 1: Es el de la supremacía que hasta ahora detenta EE.UU
Bloque 2: Es el que conforman los países con alta autodeterminación (Unión Europea y Japón)
Bloque 3: Es el que lucha y resiste pues tiene autodeterminación interna y muy poca autodeterminación externa, además pueden limitar la injerencia de la globalización en su propio territorio (China. India y Rusia).
Bloque 4: Es el de los dependientes –también llamados inviables- aquí están Argentina y Brasil con sus socios del MERCOSUR. El bloque económico del sur está en sus mejores condiciones para abandonar el bloque 4 y pasar al de la resistencia en tanto y en cuanto las políticas sean ecuánimes esta será una oportunidad única en mucho tiempo.


La locomotora de este futuro promisorio no es viable sin Brasil -hoy la octava economía mundial- y sin Argentina, ellos son los signados –sociedad mediante- para conducir un prospero proceso que irá de la mano de un pensamiento estrictamente político-económico – y no a la inversa- que Brasil ya ha esbozado y que la Argentina ni siquiera se lo ha planteado. No podemos ignorar que nuestros vecinos latinoamericanos han crecido sustancialmente en comparación a cuarenta años atrás, hoy Bolivia intenta revalorizar sus recursos naturales (gas-energía), Venezuela es una potencia continental en petróleo y nos demostró que además nos puede ayudar, Brasil avanza velozmente hacia un crecimiento industrial sostenido acompañado por tareas exitosas de exploración petrolera que le auguran un pronto liderazgo en esa materia. Ha crecido en el área agraria y ni que hablar de su sostenido crecimiento en el terreno de la ganadería. Ya nos quintuplican.


En este escenario varios países de cualquiera de los bloques descriptos corren el riesgo de caer en situaciones económico-financieras indeseables e inmanejables, un ejemplo concreto es la crisis llamada “burbuja hipotecaria” que afecta tanto a los EE.UU como a Europa y que ha llevado a la reserva federal bajar los intereses a cifras en otros momentos impensadas, también se produjo la inesperada y sospechosa irrupción en el salvataje de la banca inglesa. Es que la burbuja del unilateralismo empezó a mostrar su lado de papel maché y es ahí cuando el elefante del gran bazar no sabe que hacer y llama al dueño del laboratorio para que lo asista rápidamente en su impericia.


Lo mismo pasó en Irak, tierra desvastada por la ambición petrolera, la anuencia y una distracción provocada de algunos países que dieron con su silencio una tácita aprobación a la masacre por una salida a aguas cálidas o una ubicación de privilegio en el conflicto de oriente medio.


El gran elefante, defensor de la democracia mundial, tuvo su entrada triunfal en Bagdad, a cambio alfombró las calles de la ciudad con una innumerable cantidad de muertos in situ –aclaro lo de in situ porque también quedaron “muertos a futuro” . Alguna vez pasó lo mismo en nuestro país – mientras tanto los dueños del laboratorio eligieron quedarse con Basora –ciudad sureña sobre el río Tigris que alberga bases petroleras por donde pasa el 85% de los 2 millones de barriles de crudo que exporta Irak diariamente – que controla con una escueta dotación militar inglesa.


Quizás, y con certeza lo digo, pronto abandonemos el mundo unipolar y podamos marchar hacia un directorio mundial, y porque no, universal que regulará el nuevo orden mundial, este orden que será multipolar y no responderá a lo anti-chino, ni anti-norteamericano o anti-ruso.


La situación lograda en nuestro país es en verdad encomiable, máxime si observamos el escenario económico mundial –más allá de sus flaquezas financieras- y las solicitas demandas acerca de nuestras materias primas. Lo promisorio de la economía no esta siendo acompañado por un marco político preparado y con vistas a un futuro todavía incierto. La ausencia de una planificación cualitativa de la política y la carencia de cuadros idóneos para pilotear las crisis venideras, si las hubiera, es preocupante.


El gobierno esta a tiempo de reformular la ejecución de la escasa política que ejerce y de incorporar cuadros políticos de avanzada que le brinden la cobertura necesaria y eficiente en los frentes que hoy son muchos y potencialmente críticos. Debido a ello se observan ciertos espacios políticos erosionados por conflictos que pudieron evitarse si en verdad el gobierno contara con los operadores idóneos. Los observadores del gobierno no ignoran quienes o cuales pueden ser sus potenciales escollos, entonces porque no anticiparse en vez de recostarse en victorias ya superadas. A veces evaluar las victorias en un estado euforia beligerante nos hace descuidar los costos de las mismas.


Es de perogrullo que mientras se grita en el atril debe haber un equipo ya informado y operando el éxito de una futura negociación, no se puede exponer innecesariamente a la presidenta. Hoy esto no se hace, por el contrario, se abren demasiados frentes a la vez sin la contención que ofrece la anticipación al problema. Es que las crisis, por más que se las intente sobrar, también se llevan puestos a algunos ministros. Esto es así, aunque se esfuercen en negarlo. Entonces… ¿porque no anticiparse a nombramientos apresurados o a dimisiones rimbombantes y corrosivas?


Convengamos que algunos de los “buenos muchachos” que hoy ocupan cargos de responsabilidad ejecutiva en el gobierno pertenecen a los pretorianos hijos de la derecha reaccionaria transformados en revolucioneitor’s en los ’70, eso es confirmar que mucho de política no conocen, es más, podemos afirmar que son eximios neófitos en la materia porque siempre han actuado inmersos en estados de beligerancia –en mayor o menor grado- tal es así que nunca se permitieron razonar la política, por el contrario, se han especializado en la gimnasia del apriete –y hasta del asesinato- como “herramienta política”. Que locura, no? Lamentablemente –o no- ya no queda párrafo para describir a los empleados “que viven de esto”, o sea de la política y no para la política. Es claro, no?


El concepto es muy básico pero poco entendible para algunos hombres del gobierno pues siguen siendo los pretorianos. Es imperioso que los conflictos se lean con la anticipación que lo hacen los cuadros políticos, los economicistas -y mucho menos los empleados- lejos están de resolver las crisis políticas, al contrario, habitualmente las agudizan. No se debe omitir que mientras se muestra una economía floreciente y en crecimiento detrás debe estar burbujeando la política, condimento medular para sostener la credibilidad como así también una gobernabilidad responsable y atenta a todos los sectores del país, sin ella no es viable ni perdurable ninguna planificación económica y mucho menos un sólido desarrollo que ayude a sustanciar el futuro de la Argentina.


Es absolutamente manifiesto que la acción del gobierno esta enfocada a resolver problemas consumados, algunos producidos por los que dicen ser “aliados” de la administración y que otrora se dedicaban a tomar comisarías y ahora irrumpen en forma intempestiva, y bajo amenazas de muerte, en los espacios públicos. Son los mismos que ocupan “facialmente” los espacios televisivos y puestos en ridículo en los distintos medios. El gobierno debería limitar estas participaciones y alentar la incursión de cuadros que naveguen de manera mas avezada entre las costas de la política y la de los medios que sin ninguna duda conocen las debilidades expuestas por personajes que sólo suman inconvenientes y adversidades mediáticas a las que ya se ha hecho acreedor el gobierno.


Las conductas expresadas a través de la virulencia verbal y física de los que dicen querer ayudar al gobierno solo logran entregarse en bandeja a los distintos comunicadores para complicar –aun más- las situaciones de crisis. Lo que nunca se sabrá es si lo hacen deliberadamente o son inocentes victimas de algunos picaros (?). No se observa –en los estilos descriptos- pericia alguna para anticiparse a las operaciones adversas, por el contrario, las favorecen. Sería injusto endilgarle toda la responsabilidad, acerca de estos asuntos, a la presidenta, mejor habría que mirar a aquellos que suponen ser co-responsables en la tarea de auditar las acciones políticas preventivas, si las hubiera.


Ante la huida de Kirchner a los brazos del PJ en un franco gesto abandonico hacia el “proyecto transversal” (¿?) estos sectores nucleados en una suerte de conglomerado de “demanda permanente” ya preparan un entrismo similar al que la tendencia revolucioneitor’s instrumentó en los años ’70, en sus jefaturas se exhiben virtuosos recaudadores de planes sociales, como D’elia y sus adláteres. Estos exigen que el ex presidente de la nación –ahora presidente del PJ- los convoque a una mesa donde se discuta la conducción del movimiento nacional. Las aspiraciones de los jefes sociales trepan hasta la pretensión de conducir ese espacio y por ende someter a lo poco que queda del peronismo residual hasta el punto de hacerlo desaparecer por completo y así reverdecer el movimiento transversal, que para ese entonces tal vez cambie de nombre y apellido.


A como van los sucesos políticos en nuestro país el gobierno tiene un escaso margen de maniobra hasta tanto Cristina Fernández no recomponga su imagen política –interna y externa-, no tiene mucho tiempo para hacer un análisis sísmico de lo que fue uno de los mayores cimbronazos en su escasa gestión. Echó a su ministro de economía. Entre una de tantas versiones, circuló que algunas declaraciones desafortunadas, relacionadas con el canje de bonos de la deuda, del ex ministro en su reciente viaje a los EE.UU, país con el cual se mantiene relaciones entre algodones, habrían sembrado incertidumbre en el mundo financiero, mas precisamente en Wall Street . Otra vez lo endeble de la política Argentina hace que el mundo de las finanzas, ciertamente con una velada intencionalidad de algunos rencorosos operadores del pasado, amenace con ferocidad maligna la estabilidad de nuestro país.


Mas allá que algunos traten de vestirse de peronistas por conveniencias inconfesables o por lo cómodo del traje tendrán que asumir la responsabilidad de sus aspiraciones. Deberán tener en cuenta que quien amasó el romance con el poder fue el verdadero fundador del Movimiento Peronista: El General Juan Domingo Perón. En base a la enseñanza propuesta por él siempre debemos sentar a todos a la mesa para dialogar, esa es la diferencia sustancial con otros partidos políticos, en nuestra mesa siempre estuvieron representados todas las fuerzas de nuestro país: los trabajadores, los empresarios, la iglesia, las fuerzas armadas y hasta otros partidos políticos que identificados por los principio nacionales y populares se encolumnaron en los distinto frentes, entendiendo que a la Argentina la salvamos entre todos o no la salva nadie.


Todavía hay frentes de crisis y eso no es bueno para los tiempos que corren, se necesita un viraje en la actitud, una introspección política. Hay errores de los que ya no se podrá retornar, en medio de la disputa con el campo rodó la cabeza de un ministro.

Tal vez esta sea la moneda de cambio para resolver salomonicamente los desencuentros suscitados con el sector agrícola ganadero. De no ser así debemos suponer que fue un momento poco propicio para que esto suceda. A quien pertenecerá la bandeja de plata?, se lo cargará el campo?, los enemigos financieros? o el enojo Kirchneriano?. Quizás tenga que ver con la impericia del “Pibe Vascole” y que ahora –sin temor a equivocarme- será el culpable –también- de la caída del imperio romano.


No es un momento sencillo sobre todo cuando se carece de un buen laboratorio y de avezados ejecutores de la partitura política, no como caja sino como disciplina. Una nueva etapa ya esta entre nosotros y será implacable, estará atenta y ante la debilidad no faltara quien le susurre al oído una mágica melodía que solo tomará rumbo benévolo si nuestro director de orquesta no se transforma en un hombre orquesta.
Hoy más que nunca el país necesita de nosotros y nosotros estamos habidos de un gobierno que se ponga al frente, con orgullo y dignidad, pero sin soberbia. Tal vez no sea tarde. Que así sea.

publicadas por Alfredo Brandon a la/s

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