El Péndulo de la derrota

Por Alfredo Brandon28 Abril 2008

Que difícil es establecer la medida cuantitativa y cualitativa de desgaste a la cual nos someten, desde hace décadas, los distintos juegos pendulares que proponen los think tank de este “nuevo orden mundial” que intentan imponernos. Insisten una y otra vez en desviarnos del único camino cierto que nos permita ser Nación: “Un proyecto Nacional y Popular” conducido por dirigentes realmente comprometidos con los intereses nacionales.
Desde los diferentes escondrijos que ocupan los "comandantes" de la globalización asimétrica  generan las más diversas estratagemas de manera sistemática y perversa con el objetivo de apropiarse de nuestro futuro a través del de la panacea globalizadora. Una de ellas es el juego pendular al cual nos inducen, claro está, con la total complacencia de nefastos personajes, que desde hace años hacen gala de distintos disfraces y mutaciones para convencernos de lo “beneficioso” que es deambular sin conceptos claros y genuinos entre las distintas falacias propuestas (europeístas-socialdemócratas, neoliberales etc).
En este sentido nos hacen pendular de un extremo a otro, intentan fabricarnos ideales de izquierda a derecha; de piqueteros a antipiqueteros, de peronistas a antiperonistas hasta llegar a menemistas o antimenemistas. Así es como funciona el péndulo. Los perjudicados somos los que quedamos en el medio y sobre los que se ciernen las más devastadoras metodologías en pos del “orden mundial”. Mientras tanto, con diferentes artilugios nos entran por la puerta trasera y consuman el más inhumano saqueo, despojándonos de nuestras riquezas más caras; la dignidad, nuestro derecho de autodeterminación y el libre acceso al conocimiento. Así nos mantienen entretenidos en una lucha de desgaste estéril sin permitirnos ver el verdadero problema.

Para resolver este dilema basta con repasar algunos pasajes de nuestra historia contemporánea.

En éste sentido podemos afirmar que todos los sistemas internacionales se adjudican “la salvación de la humanidad”, pero lo curioso es que cada día que pasa éstos mismos sistemas contribuyen más al enriquecimiento de unos pocos en desmedro de muchos, alimentan el hambre, la guerra, y el vaciamiento de los países más pobres. Ellos conforman el poder real, qué con argumentos falaces avasallan los derechos mínimos del hombre por medio del materialismo absurdo que propone el neoliberalismo -con sus diferentes posturas, izquierdas o derechas- llevando al hombre hacia el abismo de su propia extinción.

“…El Hombre está por encima de cualquier sistema que lo excluya o someta a ser una simple variable económica de las hegemonías de turno, ya que él como tal constituye el núcleo antropológico y filosófico de nuestra Comunidad al servicio de un Proyecto Nacional y Popular con una clara orientación Continental y Universal…”

No se concibe la Humanidad en un sentido pendular de izquierda o de derecha. No le alcanzan tales terminologías. El hombre es puesto sobre la tierra sin derechas y sin izquierdas -o cualquier otra descripción- para que le sean brindadas todas las posibilidades a fin de poder realizar sus objetivos.

“…Ser de izquierda es, como ser de derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil..”, pues “ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral…”
José Ortega y Gasset.