sábado, noviembre 26, 2011

LA GLOBALIZACIÓN DE RAMONET Y LA TERCERA POSICIÓN JUSTICIALISTA

El director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, uno de los referentes mundiales de la crítica a la globalización neoliberal, ha insistido en que el terrorismo internacional continuará mientras exista pobreza en el mundo. Frente a esta situación, Ramonet apuesta por la acción global que reemplace a los partidos políticos tradicionales, pero también a los estados. A su juicio, es necesario pensar en organizaciones políticas planetarias que sirvan para relevar las dos grandes estructuras de la vida política contemporánea surgidas a finales del siglo XVIII: los Estados nacionales y los partidos de ámbito nacional”. ( D. Villaroel, Nac & Pop )

Sin duda estamos ante un ejemplo clarísimo de la "otra globalización", la que no viene con el signo del “neoliberalismo”, sino que su planteo y su praxis, es básicamente cultural e institucional, y se apoya en la alta finanza. Desde ahí va concentrando en lo político.

Es la globalización, fundada en el modelo mundialista socialdemócrata, tan rotundamente expresado por Ramonet y su publicación. Estimula y promueve una organización planetaria realizada por los nuevos actores "sociales", sus organizaciones, sus instituciones, sus intelectuales, su nueva cultura y sobre todo, sus cuantiosos fondos, provistos y manejados por las mismas corporaciones económicas y financieras que someten a los pueblos a modelos neoliberales. La "sociedad civil ", denominada así por este pensamiento, reemplazará a los Estados Nacionales, que deben disolverse.

Ramonet hace ostensible lo que está en curso desde hace años, decenios, pero que se manifiesta hasta ahora con cierto disimulo. Me refiero a la pérdida de potestades soberanas de los Estados Nacionales, cedidas paulatina y constantemente a entes mundiales o continentales, creados y gobernados por la plutocracia mundial, las burocracias empleadas por estos o directamente por los gerentes transnacionales de sus corporaciones.

Los Estados Nacionales sufren así un proceso de constante debilitamiento. Ceden potestades propias y vitales a esas verdaderas mafias mundialistas, que implica, correlativamente, la cesión de soberanías y la pérdida de herramientas y niveles de decisión por parte de los Pueblos para decidir sobre sus vidas, sus bienes, sus posesiones y sus destinos.

Las palabras de Romanet pueden ser un indicador de que el proceso está en franco avance, pues la realidad proyectada, sube ahora al nivel del discurso directo.

A nadie escapa que sin Estados Nacionales, los Pueblos están inermes ante los poderosos lobbys, instituciones, corporaciones, potencias militares, económicas, entes mundiales,, etc., que concentran el poder financiero, económico y político del mundo. Repiten siempre la estrategia de apoderarse y manipular las “causas justas”, pero instrumentan las “soluciones” según sus planes e intereses.
Transforman causas nobles en herramientas de sometimiento de los Pueblos y de destrucción de sus estructuras estatales.

Ramonet se coloca como abanderado de la lucha contra la pobreza, pero no para combatirla, sino, según confiesa, para eliminar los Estados Nacionales y dejar así sin conducción, sin continente y a la deriva a los Pueblos de la Tierra.

Asumen un discurso marxistoide, de izquierda, progresista, acorde a la nueva ética y moral de base materialista que propagan. Son falsamente críticos al neoliberalismo, pues no critican ni denuncian los Poderes de este. Son abanderados de la “ lucha contra la globalización neoliberal” pero propician “la otra globalización” la “globalización social”. Vía progresismo, son también globalizadores, no cuestionan la globalización en sí.

Es el nuevo “socialismo”; el de la “Sociedad Civil”, pero sin Poder. El Poder es y será de quienes crean, financian, propician e impulsan la “otra globalización”, es decir “ el poder privatizado”.
Pareciera que se ha definido el fin de la etapa del socialismo marxista-leninista-stalinista. Los mismos que financiaron a Marx, Engels, Trosky, Lenin, son los que imponen ahora el “nuevo socialismo”, con una nueva modalidad dinámica y con un renovado modelo internacionalista: la globalización de la “Sociedad Civil”.

Decía Perón que el problema del Universalismo es "quién lo realizaba, sí los imperios o los pueblos". Y los Pueblos no pueden hacerlo sino es, y solamente, a través de sus Estados Nacionales. Justamente el "Universalismo" es una sociedad de Pueblos libres, no una masa informe mundial.

 “ ...Nuestra Tercera Posición Justicialista en el orden político, implica poner la soberanía de las Naciones al servicio de la Humanidad, en un sistema cooperativo de gobierno mundial donde nadie es más que nadie, pero tampoco menos que nadie... Nos colocamos abiertamente y con sinceridad en el camino del Universalismo, conformando el instrumento regulador mundial que permita a todos los países del mundo colaborar en la producción de los elementos primordiales para el desarrollo y la subsistencia de los pueblos, otorgándole un equitativo reparto de los mismos, sin alterar en absoluto la soberanía y la dignidad de las Naciones...” (Perón, Discurso ante los No Alineados, Argel 7-9-73 )


Indudablemente el proyecto del Mundialismo “social” es la antítesis del Universalismo Argentino fundado por Perón.

Los Pueblos no tiene otra herramienta que no sean los Estados Nacionales para integrarse y a la vez, resguardar sus intereses vitales en esa integración. Acá está el blanco donde atacan los globalistas, y Romanet lo dice con todas las letras. Por eso, los Pueblos no tienen otra posibilidad que la Política, (de Polis: ciudad, Estado, Nación).

Lo llamativo para los desprevenidos es que Lula Da Silva se suma, públicamente, también a este proyecto. Está recorriendo el mundo haciendo campaña a favor de “impuestos globales”, que naturalmente, deberán crearse por leyes también “globales”, y recaudados, aplicados y controlados por “entes globales”. Está mostrando cada vez más las cartas, y aparecen cada vez más nefastas.

Cada vez más claro que Brasil no es una opción "nacional". Cada vez más clara su pertenencia al universo globalista socialdemócrata. Y cada vez más claro porque se alejan y tratan de cercar a Chávez. Es un dato a tener muy en cuenta, dado que Argentina procura concretar una alianza con Brasil en ciertos temas estratégicos fundamentales, tanto para el presente como para nuestro futuro soberano.

Cada vez más claro como la socialdemocracia, en toda sus variantes e instituciones, es el "partido" ostensible de la "otra globalización" tan globalizadora y nefasta, como el neoliberalismo que dice combatir.

Ergo, en todas sus variantes, todas sus instituciones, todos sus poderes, son NUESTROS MORTALES ENEMIGOS. ¡ Clarísimo ¡

JORGE CUELLO

publicadas por Alfredo Brandon a la/s

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